Salzburgo es una ciudad que enamora a primera vista. Situada en la frontera entre Austria y Alemania, es un destino que mezcla historia, cultura y gastronomía de una manera excepcional. He tenido la suerte de visitarla varias veces, ya que vivía en el sur de Alemania y llegar en tren es realmente cómodo.
Si estás planeando tu viaje a Salzburgo, aquí te cuento lo mejor que puedes ver, hacer y probar en esta ciudad de cuento.
1. Recorre el casco histórico y la Getreidegasse
El centro histórico de Salzburgo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y no es difícil entender por qué. Sus calles adoquinadas, sus edificios barrocos y la atmósfera musical hacen que pasear por aquí sea una experiencia mágica.
La calle más famosa es la Getreidegasse, una vía estrecha llena de tiendas, cafeterías y letreros de hierro forjado que le dan un toque especial. Aquí también se encuentra Mozartsgeburtshaus, la casa donde nació Mozart el 27 de enero de 1756. Visitarla es un imprescindible si te interesa la historia de la música.
2. Sube a la Fortaleza de Hohensalzburg
Si hay un lugar que domina el paisaje de Salzburgo, es la imponente Fortaleza de Hohensalzburg. Ubicada en la cima de una colina, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y los Alpes. Puedes subir caminando o tomar un funicular.
Dentro de la fortaleza encontrarás exposiciones sobre su historia, salas medievales bien conservadas y hasta un museo de marionetas. Es una visita perfecta para sumergirse en el pasado de la ciudad.
3. Disfruta de los parques y jardines
Salzburgo no solo es cultura e historia, también tiene espacios verdes ideales para relajarse. Uno de mis favoritos es el Jardín de Mirabell, famoso por su diseño barroco y por aparecer en la película Sonrisas y lágrimas. Sus fuentes, estatuas y coloridos parterres de flores lo convierten en un lugar perfecto para dar un paseo o hacer fotos inolvidables.
Si prefieres algo más tranquilo, también puedes caminar por el parque Hellbrunn, donde se encuentra el Palacio de Hellbrunn y sus curiosas fuentes trucadas.
4. Prueba la deliciosa repostería austriaca
Un viaje a Salzburgo no está completo sin probar su increíble repostería. La estrella indiscutible es la famosa tarta Sacher, un bizcocho de chocolate con mermelada de albaricoque y una cobertura irresistible. Puedes degustarla en el Café Sacher, que mantiene la receta original.
Otro postre tradicional que recomiendo es el Salzburger Nockerl, un suflé dulce con forma de montaña que representa los Alpes. Es ligero, esponjoso y perfecto para compartir.
5. Vive la magia de la música en Salzburgo
Salzburgo es sinónimo de música. Además de ser la ciudad natal de Mozart, aquí se celebran festivales y conciertos durante todo el año. Si tienes la oportunidad, asiste a un concierto de música clásica en la Sala de Conciertos de Mirabell o en la Fortaleza de Hohensalzburg.
Para los amantes del cine, un recorrido por los escenarios de Sonrisas y lágrimas es una experiencia única. Hay tours organizados que te llevan por los lugares más icónicos de la película.
Conclusión
Cada rincón de Salzburgo tiene algo especial, ya sea su arquitectura histórica, su ambiente musical o su deliciosa gastronomía. Es una ciudad que siempre deja huella y a la que querrás volver una y otra vez. Si estás planeando tu viaje a Salzburgo, no te olvides de incluir estos imprescindibles en tu itinerario.
Salzburgo es un destino que nunca decepciona y que siempre tiene algo nuevo por descubrir. ¡No te lo pierdas!
